Adolphe Ferrière (Ginebra, 1879-1960) Pedagogo suizo que fue uno de los principales propagandistas y teóricos de la escuela activa, cuyas bases filosóficas y propuestas divulgó en obras como Transformemos la escuela (1920), La escuela activa(1922), El progreso espiritual (1927) y La liberación del hombre (1942).
La corriente de renovación pedagógica de la Escuela Nueva, surgida a fines del siglo XIX y desarrollada a lo largo del todo el siglo XX, se proponía la reforma de la escuela tradicional basándose en principios psicopedagógicos, pero la denuncia de las deficiencias y fracasos de la escuela tradicional se acompañaba de la pretensión de reformar la sociedad mediante la educación, propugnando una "educación para la vida", la mejora de los aprendizajes y la dignificación del trabajo. En su etapa más sistemática y encaminada a la operativización de las propuestas, destacan las aportaciones de Adolphe Ferrière, fundador, en Ginebra, de la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas en 1899, desde donde se realizó una fecunda labor de difusión del movimiento.
En 1925 esta oficina fue sustituida por el Bureau International de l'Education (BIE). Adolphe Ferrière fue también uno de los promotores de la Liga Internacional para las Escuelas Nuevas. Otros representantes suizos son Édouard Claparède, Pierre Bovet, Robert Dottrens y Jean Piaget, que fue director del BIE. La Escuela de Ginebra tuvo un protagonismo especial en el movimiento de la Escuela Nueva, que se extendió hacia otros muchos países europeos y tendría su equivalente estadounidense en la New School. El activismo o escuela activa tiene sus precedentes en el pensamiento de autores como Jean-Jacques Rousseau, John Dewey y Henri Bergson, que influyeron decisivamente en el ideario de Ferrière.
Además, afirma que el fin de la educación es ayudar al niño a desarrollar sus potencialidades y que la educación debe ser en libertad y para la libertad.
Entre la gran variedad de sus obras, podemos encontrar las siguientes:
La escuela activa, 1920
La educación autónoma, 1926
La libertad del niño en la escuela activa, 1928
Transformemos la escuela, 1929
Según la Escuela Nueva, y por consiguiente, según Ferreire:
El niño es el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje (paidocentrismo).
Se debe tratar al alumno atendiendo a sus intereses y necesidades individuales.
El maestro trata al alumno con afecto y es el encargado de guiar al niño a través de la palabra.
Se incorpora la autodisciplina, de manera que las normas sean elaboradas por los propios alumnos y sean éstos los encargados de cumplirlas.
El contenido que el maestro imparta debe realizarse a partir de las necesidades e intereses de los alumnos. El libro es tan sólo un suplemento de apoyo.
Las actividades deben estar enfocadas para que los niños desarrollen su imaginación y su creatividad.
Es una Escuela Activa ya que integra todas las capacidades del niño.
Aportaciones a la educación
Para el la educación es el arte de promover e iniciar en el niño el desarrollo de su inteligencia y moralidad mediante el uso de sus intereses.
La educación estaba conformada de tal manera que se pensaba, erróneamente, que todos los niños se pueden interesar por todas las materias, sin tener en cuenta que con la edad los intereses varían. Por lo tanto, para cambiar ese aspecto, determina que el impulso vital es la base para toda actividad y todo aprendizaje y, por lo tanto, el deber de la educación es conservar y aumentar ese impulso de vida y su finalidad es ayudar al niño en su desarrollo y en potenciar sus capacidades.
Ferrière destaca que la escuela tradicional transformó el proceso de aprendizaje en la alegría por la inquietud, la actividad por la pasividad y las risas por el silencio y ese hecho produjo la desvinculación de la educación con el niño. Por lo tanto busca que la educación se desarrolle mediante la libertad y
para la libertad, fomentando la espontaneidad y que se centre en la iniciativa del niño y no en el adulto.
Por otro lado, este autor establece los fundamentos en los que se debe apoyar la escuela:
La educación debe tratar de asentarse en la confianza y autenticidad
El aprendizaje se basa en la movilización de los centros de interés tomados de la vida corriente
El trabajo individual se alterna con el colectivo
Para los niños es una cuestión de honor “hacer todo solos” puesto que los mayores deben ayudar solo a los pequeños.
No hay clases ni lecciones, “Todo se basa en la felicidad de aprender, de autodisciplinarse y de manifestar solidaridad”:
Todos ponen a prueba sus cualidades particulares y las explotan en la medida de sus posibilidades.
En cuanto a las características de las escuelas de acuerdo a Ferrière, iban a ser de la siguiente manera: tenían que ser internados situados en las afueras de la cuidad, las clases de diez a doce estudiantes como máximo y las materias que se impartirían se centraban en enfatizar el arte, la gimnasia, los juegos, la agricultura y la artesanía. De esta manera la educación se fundamentaría en la observación y experiencia con el mundo y los fenómenos naturales, adaptados a las etapas del desarrollo de los niños y cuya función era fomentar el autogobierno, la iniciativa y la independencia.
Más concretamente, es partidario de la enseñanza adaptada a la diversidad. Según este autor, se debe organizar la enseñanza de tal modo que esté secuenciada por etapas y que los programas estén en función del logro de los objetivos. La programación deberá tener particularidades dependiendo de si el alumno tiene un ritmo lento o rápido de aprendizaje.
De los métodos de aprendizaje destaca que todos se iniciarán con la observación para despertar la curiosidad de los niños, después se favorecerá la asociación de ideas para que desarrolle la capacidad de generalización y finalmente el niño tendrá que expresar lo aprendido en trabajos manuales o escritos. Por otro lado, no está de acuerdo con las tareas para hacer en casa, ya que según él hay que hacerlo todo en la escuela.
Como método de evaluación él propone realizar test sencillos individuales y además, como actividades se realizarían debates en común para contrastar diferentes ideas y actividades libres para promover la creatividad. Este método permite que todos los alumnos puedan aprender a su ritmo, al ser orientada a los intereses promoverá la participación y la disciplina y, por lo tanto, la calidad y el rendimiento serán mayores.
Todas sus ideas se apoyan, junto con la Escuela Nueva, en la psicología genética. Esta provee a la educación de las leyes del desarrollo, sus constantes, sus etapas, sus necesidades y otras aspectos que van a facilitar la adaptación del proceso enseñanza- aprendizaje a las características del niño.